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Sebastián Castañeda

La peregrinación del Sr. de Qoyllurit´i: “Mama rrit’ï              tukuctinmi, kausay vida chinkapuc tinmi”

Cuando la nieve desaparezca, desaparece la vida

El Cambio climático como una problemática cultural donde, más allá de comprometer la calidad de vida de muchos pobladores y comunidades indígenas, afecta la conservación de sus deidades y el desarrollo de sus prácticas ancestrales: elementos básicos de su vida diaria, espiritual, y de nuestra cultura

Nicolle Gamarra

Publicado: 2018-02-02


A más de 4.700 m.s.n.m. en Ocongate, los Ukukus o pabluchas escalan hacia el cada vez más degradado nevado Qollqepunku en Cusco. Después de una peregrinación de días, y bajo temperaturas de -4 °C, ellos van a reencontrarse con su, poco a poco más rebajada, estrella de nieve/resplandeciente: Qoullu Ritty.

               “- ¿Cómo crees que estará el nevado de acá 5 años? –

                - Oscuro y negro. Cada año que voy, duele más. El nevado se está                                  muriendo lentamente” sostiene Luis Fernandez Achahui, natural de                              Ocongate, danzante de los Qollas desde hace 5 años y voluntario de la                        Brigada de Defensa Civil de la peregrinación del Señor de Qoyllurit´i

Según el último informe del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña, Inaigem, “en los recientes 54 años, el Perú ha perdido el 57% de la cobertura de sus glaciares”. Este señala que la aceleración de la degradación de capa glaciar seguirá en aumento e, identifica a la contaminación desmedida y, por ende, al cambio climático y como el causante directo de la alteración de estos ecosistemas.

Concesiones mineras, emisiones de CO2 y demasía de desperdicios sólidos es lo que hay alrededor del nevado Qollqepunku en Cusco. Esto, sobre todo, en época de festividad como en la peregrinación del Sr. de Qoyllurit´i, que deja más de “12,000 kg. de RR.SS. orgánicos y […] 486 sacos de RR.SS. inorgánicos.” cada año, según el Instituto de Medio Ambiente y Agua. Como resultado, se tiene la contaminación de las aguas del río Sinankara, polución visual del paisaje y debilitamiento/ degradación de inmensas capas de hielo del nevado/ Apu Qollqepunku. Sin embargo, los efectos van más allá e irrumpen en una de las prácticas ancestrales más importantes y en la conservación de nuestra cultura peruana.

La peregrinación: Sin Bloques de esperanza y sin caminata de purificación

Reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, la peregrinación del Sr. de Qoyllurit´i es uno de los eventos más importantes. Esta es asistida por aproximadamente 12 mil peregrinos, y de 60 000 a 70 000 visitantes o turistas, según un informe del Gobierno Regional del Cusco del año 2016.

Los principales actores son las 8 naciones/provincias, que vienen desde distintos lugares, y se hacen presentes con coloridas danzas (Paucartambo, Quispicanchis, Canchis, Acomayo, Paruro, Tawantinsuyo, Anta, Urubamba) para “rendir culto al cristo crucificado […Sr. de Qoyllurit´i…] y al Apu […Qollqepunku…] o nevado deidad inca” sostiene un informe del gobierno regional del Cusco.

En el transcurso de los 5 días centrales de la festividad, las naciones realizan distintas ceremonias para agradecer a la Pachamama (Madre Tierra) y, en especial, al nevado Qollqepunku por las buenas cosechas y la productividad de las tierras. Sin embargo, hoy en día, la degradación del nevado, por los efectos del cambio climático y la contaminación producida en su paisaje año tras año, hace difícil realizar las acostumbradas prácticas u, como en este caso, obliga a que estas desaparezcan por completo.

                Bloques de esperanza

“Ese no es un trozo de hielo, ese es sacrificio, cultura… costumbre viva” decía Luis Fernandez Achahui, mientras nos comentaba que, aunque de pequeño, pudo presenciar aquel ritual hoy inexistente.

Los ukukus o pabluchas, conocidos como los “mediadores entre los campesinos y el mundo sacralizado de las altas cumbres montañosas [,… eran seres…] capaces de ascender al glaciar; vencer a los “condenados” y extraer el hielo sagrado” afirma Maria Cerutí del Instituto de Investigaciones de Alta Montaña – CONICET (Argentina). Estos personajes característicos de la peregrinación, después de pasar una velada con lo Apus, eran los encargados de bajar los bloques del Nevado Qollqepunku. Según los peregrinos, estos poseían propiedades curativas benditas, traían mejores tiempos a la población y representaban fe y esperanza para la población.

Una vez bajo el nevado, estas eran llevadas a las distintas naciones/provincias y regadas en las chacras y tierras. De esta manera, se obtendría tierras más fértiles y fecundas. Sin embargo, con la degradación acelerada del nevado y la alteración del ecosistema, se prohibió hace más de 7 años extraerlas. Y, con ella, el goce de las más de 8 naciones que esperaban ese “bloque de esperanza”

José Estrada

              Caminata de purificación

Otra de las prácticas que, hoy en día, ha sido restringida por los efectos del cambio climático es la caminata que todo peregrino hacia al pico del nevado Qollqepunku. Según los pobladores, este era uno de los momentos más esperados, pues el caminar y elevarse hasta el nevado representaba ese proceso de purificación para, finalmente, llegar a las alturas y conversar con los Apus.

Prohibida desde el 2011, actualmente, solo pueden tener acceso a este una porción mínima de pablitos para hacer estrictos rituales.

La desaparición de la nieve implica la alteración de prácticas rituales y tradiciones muy importantes. Sin embargo, con el pasar de los años, los efectos pueden ser más letales.

La raíz de las prohibiciones: Degradación del glaciar, vida e identidad

Como se ha observado, ambas prácticas ancestrales fueron restringidas en respuesta al acelerado retroceso glaciar en la zona, producto de los efectos del cambio climático. Y es que, colindante al Qollqepunku, el Nevado Ausangate, según Ministerio de Agricultura del Perú, ya ha perdido el 41% de toda su masa glaciar. Y el nevado Qollqepunku parece ser el siguiente.

“Mama rrit’ï tukuctinmi, kausay vida chinkapuc tinmi” –

(Cuando la nieve desaparezca, desaparece la vida)

nos dice Augusto Chacón Quispe, presidente del Comité del Señor de Qoullu Ritty, presidente de la Procesión de 24 horas y del nevado Ausangate.

La cosmovisión andina, diferente a la occidental, se basa en el respeto a la naturaleza y, sobretodo, en identificar a elementos dadores de vida (tierra, agua, nieve, etc.) como Apus o dioses. Para muchos conjuntos humanos como los pertenecientes a las provincias/naciones que participan en esta peregrinación cada año, “el Nevado es un Dios protector, es el que da vida, es el que da agua, es el que les da cosecha” afirma Felipe Achahuai, presidente de la Hermandad del Sr. de Qoyllurit´i. Y es que muchas, o casi todas, de las actividades económicas y diarias de los pobladores andinos (actividades como la manutención del ganado, cultivo de las tierras y, conservación de salud y vida) se basan en estos elementos tan importantes. El que su existencia sea tan crucial, hace que los comuneros tengan respeto y alabanza hacia estos Apus andinos. Entonces, el que el glaciar desaparezca “se asocia con la partida del dios de la montaña” y, con él, la vida, sostiene GlaciarHub, portal de difusión científica con apoyo del programa de Máster en clima y sociedad en la Universidad de Columbia

Sin embargo, el trasfondo del problema va más allá.

Walther Coraza

“La pérdida de un glaciar es una pérdida de identidad” sostiene Orlove, antropólogo de Harvard University, Profesor de la Universidad de Columbia y co-fundador de Center for Research in Environmental Decisions

Según Benjamin Orlove, “en muchos lugares, los glaciares son elementos icónicos en los paisajes […] y más que una masa de hielo, actúan como si fueran seres conscientes y capaces de responder a su entorno”. Estas propiedades y connotación hacen que “en muchos lugares la gente siente que tiene una relación con los glaciares […] y [de esta manera] las identidades [de distintos conjuntos humanos] pueden basarse en estos”. Tomando en cuenta la trascendencia de estos entes para muchas comunidades, con el pasar de los años, el que desaparezca el nevado podría implicar la pérdida de vida, “pérdida de identidad” y la pérdida de la diversidad de nuestra cultura sostuvo Orlove en el Foro Internacional de Ciencias Sociales: Diálogos Interdisciplinarios sobre el Cambio Climático, Desastres y Gobernanzas realizado del 2 al 5 de agosto del 2017 en la Cuidad del Cusco


El cambio climático es una problemática amplia y que afecta en distintos aspectos. En Perú, un país caracterizado por ser pluricultural y multiétnico, el cambio climático esta cometiendo afectaciones contra muchas comunidades y contra nuestra cultura. En Ocongate- Cusco, cada vez más, este se plantea como una problemática cultural donde, más allá de comprometer la calidad de vida de muchos pobladores y comunidades indígenas, afecta la conservación de sus deidades y el desarrollo de sus prácticas ancestrales: elementos básicos de su vida diaria, identidad y de nuestra cultura 



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