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Energía sostenible: Una oportunidad de reivindicación social

Publicado: 2017-07-31


Arrecifes vacíos, bosques sin árboles, especies extintas, enfermedades nunca antes vistas, inundaciones e intempestivas sequías son solo algunos de los escenarios que presenciamos. El Efecto Invernadero y el Calentamiento Global, más allá de todos los mitos, está originando anomalías en la naturaleza y en nuestras vidas como el Oso de Anteojos en extinción, las inundaciones en zonas andinas y la inexistencia del Gallito de las Rocas.

Los niveles de consumo del ser humano se han desprendido a tal punto en el que las huellas de carbono registradas reflejan una dependencia al carbono, metano, etc. Este hecho se puede evidenciar, con mayor prominencia, en los países más consumistas y desarrollados como; por ejemplo, EEUU y Japón (Cifras alarmantes nos demuestran que el uso de electricidad correspondiente a un estadounidense promedio equivale al uso de treinta y cuatro personas de India). Sin embargo, son los países en desarrollo, los que a pesar de poseer menores cifras de consumo, sufren la mayor parte de las consecuencias.

En ese sentido, distintas iniciativas han sido planteadas para tratar de buscar soluciones alternativas que atiendan las necesidades del hombre y, a su vez, sean amigables con medio ambiente. En el caso de Perú, el gas natural y el carbón son la fuente generadora más frecuente; sin embargo, el uso excesivo de estos ha demostrado generar un impacto negativo en la naturaleza, incrementar el calentamiento global y, en un futuro, ocasionar la desaparición de estos recursos. Es necesario cambiar nuestro modo de vida, hábitos y empezar a apostar por fuentes de energía que no solo beneficie al humano, sino, también, al ambiente. Sí, estamos hablando de “Las Energías Renovables”. Es decir, energía hidroeléctrica, solar, proveniente de la biomasa, etc.

Perú tiene muchas cualidades y posee perfectas condiciones para ser una potencia en energías renovables; sin embargo, a pesar de nuestros avances, poseemos muchas problemáticas que no permiten nuestro despegue como la desigualdad, deficiente infraestructura y tecnología, etc. En otras palabras, el CG más allá de ser una problemática ambiental, se ha convertido en un tema social. Y las energías renovables son una solución tan eficaz que, han demostrado representar no solo un salvavidas ambiental, sino una reivindicación social.

La desigualdad es una las más grandes problemática en el mundo y en el Perú. Según estudios basados en el coeficiente de Gini, “en 17 de 25 regiones del país el nivel de desigualdad se ha incrementado y en 9 dicha desigualdad habría aumentado en más de 6%”. De esta manera, evidenciamos cómo las diferencias crecen día a día, tanto así que, según el Banco Mundial, el 10% de la población acumula el 40% de riqueza. Estas desigualdades se reflejan en distintos ámbitos. Y, las condiciones de vida como la disposición de recursos básicos como luz, etc. son claro ejemplo de estas.

Las energías renovables no solo representarían una alternativa eficiente para contrarrestar la contaminación y; por consiguiente, mitigar la consecuencias desastrosas del CG- que destruye hábitats y comunidades vulnerables enteras. Sino que, con su empleo efectivo y eficiente, contrarrestarían la desigualdad y generarían mejores condiciones de servicios para comunidades alejadas donde no poseen calidad de vida.

Según estudios de la Oxfam, si bien 75% de los peruanos posee un inmueble propio, solo el 15% o 20% viven en condiciones aceptables. De esta manera, encontramos zonas recónditas, en su mayoría, de la sierra y selva, que no poseen y jamás poseerán condiciones logísticas, etc. para implementar una cocina eléctrica, luz de foco, etc. – que son recursos de los cuales el civil urbano depende. En ese sentido, las energías renovables se presentan como un medio, para con la gestión e implemento estatal necesario, poder brindar no solo condiciones amigables al ambiente, sino un medio que ofrece condiciones básicas de vida a las zonas rurales más alejadas. En ese sentido, encontramos El Parque Eólico de Marcona, los parques solares, termas solares, etc. que son reflejo de la adaptación de las energías renovables a nuestras necesidades básicas. Las cocinas mejoradas han demostrado ser una medida práctica y; de esta manera, gracias a su fuente de energía: la biomasa, brindar alimentos en óptimas condiciones a más de 3000 familias alto andinas. Esta, junto al proyecto Khoñi-Yaku del Grupo de Apoyo al Sector Rural PUCP, además de brindar el beneficio anteriormente señalado, gracias a una caja de acero inoxidable en los lados de la combustión de la cocina, da la posibilidad a más de 300 familias cusqueñas de contar con agua caliente o tibia en sus hogares. Con lo cual, se busca mejorar la calidad de vida de familias en pobreza extrema y; de esta manera, modificar malos hábitos de higiene causados por las temperaturas extremas.  

Según Pedro Gamio, ex viceministro de energía, en la zona rural peruana, existe un 30% que no tiene acceso al servicio de la electricidad. Asimismo, informes de la Revista Amaray señalan que ,en Ica, las energías renovables, a través de sistemas fotovoltaicos y un modelo de Asociación Público Privada, rompen estas grandes cifras. Y hacen llegar a más de 169 mil familias energía eléctrica de manera segura. Esta iniciativa no solo ha permitido el acceso a este recurso básico y mejorar la calidad de vida. Sino ha demostrado ser capital y; de esta manera, promover la formación de jóvenes de zonas rurales como técnicos electricistas. Es decir, las energías renovables, como señalamos anteriormente, representan una reivindicación social que genera oportunidades de igualdad no solo en términos de condiciones de vida; sino que es herramienta de desarrollo y productividad para los pobladores que, hoy en día, tienen la posibilidad de producir su sustento y tener un salario como electricistas a través del implemento de estas energías.

En conclusión, como hemos visto durante el desarrollo de este artículo, las energías renovables son una perfecta herramienta ambiental y social. Ya que no solo permite evitar la contaminación que conlleva a los desastres del Calentamiento. Sino que estas energías sostenibles representan una reivindicación social que genera la posibilidad de contrarrestar la desigualdad-en términos de goce de condiciones de vida como luz, agua temperada, etc.- y; además, brinda oportunidades para que los pobladores se especialicen y puedan, a través de su trabajo, ser su propio capital. El CG, día a día, acaba con nuestro ambiente. Y, Perú tiene grandes cualidades y el gran deber de ser una potencia en energías renovables. Dejando de lado el sensacionalismo nacional que no nos permite sostener proyectos “a largo plazo” como el de las Energías Renovables. Es hora de que nos demos cuenta las grandes oportunidades que nos brindan estas energías sostenibles y de responder a esta reivindicación social- reivindicación que exige igualdad de condiciones y una vida de calidad para todos.

Calidad de vida para ese 30% que, en pleno siglo XXI, no posee luz o recursos básicos en sus hogares para poder trabajar, hacer deberes de hogar o, la base de toda sociedad, las condiciones mínimas para poder estudiar. 


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